Cambiar una piscina de cloro a sal
Son muchos los beneficios de cambiar una piscina de cloro a sal. Las piscinas de agua salada son más seguras que las que emplean cloro químico.
Cada vez son más los usuarios que se plantean el cambio a la cloración salina para el tratamiento de su piscina, en lugar de cloro químico tratarla con sal. Convertir la tuya en una de ellas es mucho más fácil y rápido de lo que piensas.
Llega el verano y quieres disfrutar de tu piscina sin sufrir irritaciones en los ojos y piel, entre otros problemas. Por ello es aconsejable el uso de la sal en la piscina porque no se producen irritaciones ni enrojecimiento de los ojos como ocurre con el cloro, se reduce la sequedad de la piel y se evita el olor a desinfectante característico de las piscinas de cloro.
Utilizar sal en la piscina tiene tanto ventajas medioambientales como sanitarias y un mantenimiento más sencillo que las piscinas de cloro.
Qué necesitas para disfrutar de una piscina de sal
Lo que necesitas para convertir tu piscina en agua salada, es un clorador salino, un aparato capaz de convertir la sal de mesa en cloro natural por medio de la electrólisis.
Se añade al equipo de filtración de manera independiente para tratar y conservar el agua de las piscinas. En el caso de que tengas una piscina desmontable, puedes disponer de un clorador salino junto con los filtros.
Lo primero que se debe hacer es diluir una pequeña cantidad de sal en el agua de la piscina con la ayuda de los cloradores salinos. Estos dispositivos harán que la sal circule por el agua y por la célula que contiene electrodos. Una vez que el agua salada circula precisamente por estos electrodos, la sal se transformará en un desinfectante activo.
Este desinfectante acabará con las algas, bacterias, hongos y otros elementos patógenos que puedan acumularse en el agua de la piscina. Por último, este desinfectante se reconvierte en sal, lo que hace que en todo momento el ciclo se esté renovando para que en ningún momento la piscina pierda sal. Una vez terminado su proceso de desinfección, el cloro vuelve a transformarse en sal en el vaso de la piscina completando un ciclo químico renovable.
La cloración salina es un proceso mucho menos tóxico que la cloración química.
Ventajas cloración salina
- Sistema adecuado para todo tipo de piscinas, elevadas o enterradas, y del material que sean, gresite, gres porcelánico y poliéster.
- Más económico, supone un ahorro en el mantenimiento de la piscina de hasta un 80%, no es necesario los productos químicos.
- Salud, este sistema es más beneficioso para la piel, evitamos irritaciones en los ojos y el pelo no se reseca.
- La existencia de una pequeña concentración de sal en el agua de la piscina constituye un antiséptico natural que dificulta la formación de bacterias y algas.
- La instalación, incluso en grandes piscinas, es muy sencilla y no requiere de obras.
- Respetuoso con el medioambiente, la cloración salina es un tratamiento natural para la piscina, además se está evitando utilizar cloros químicos, conservantes o estabilizantes, por lo que se evita la emisión de CO2, además de todo lo que contamina el envasar y transportar cloros químicos.
Si estás interesado en cambiar tu piscina a cloración salina pero tienes dudas, contacta con nosotros y nuestro equipo especializado te asesorará.